Desde hace un tiempo, en redes sociales, ya no se habla tanto de Coaching, se habla de desarrollo de habilidades, se habla de crecimiento personal, se habla de evaluaciones de comportamiento, pero parece ser que el Coaching está pasando de moda
En 1973, el Doctor David MacClelland, seguramente uno de los psicólogos pioneros en la psicología de la motivación, definió las competencias profesionales como “Las característica propias de una persona, las cuales están casualmente relacionadas con el comportamiento y la acción exitosa en su actividad profesional
Yo no puedo enseñarte nada, solo puedo ayudarte a encontrar el conocimiento dentro de ti mismo, lo cual es mucho mejor que traspasarte mi poca sabiduría. “Sócrates”
Liderar es mucho más que dirigir, para poder liderar se necesitan unas altas capacidades, habilidades y competencias, al alcance de todas las personas, aunque desarrolladas por unos pocos
«… Esa vida con que nos encontramos, que nos ha sido dada, no nos ha sido dada hecha. Tenemos que hacérnosla nosotros. Esto quiere decir que la vida consiste en una serie de dificultades que es preciso resolver…“
Seguramente, todos nosotros, en algún momento de nuestra existencia, hemos oído hablar del Coaching y seguramente a todos nos asalten las mismas dudas, como pueden existir tantas definiciones distintas de Coaching, tantos estilos distintos de Coaching, tantos tipos distintos de Coaching. Pues bien, tal y como dijo Robert Dilts, el Coaching sólo es Coaching y no se escribe ni en mayúscula ni en minúscula. Otra cosa muy distinta, es que mis necesidades como profesional, pasen por ponerle nombre y apellido al Coaching.
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